El masaje es una forma de manipulación de las capas superficiales y profundas de los músculos del cuerpo utilizando varias técnicas, para mejorar sus funciones, ayudar en procesos de curación, disminuir la actividad refleja de los músculos, inhibir la excitabilidad motoneuronal, promover la relajación y el bienestar.
Hasta la aparición de métodos de reconocido prestigio internacional, se había considerado el masaje y las técnicas manuales como un concepto empírico sin valor científico. En la actualidad, se han incorporado nuevos sistemas de valoración y de tratamiento y técnicas basadas en la evidencia, en el razonamiento clínico, en la investigación y en la práctica clínica.
Tipos de masaje
• Masaje deportivo: aplicado a la práctica deportiva. Existen dos modalidades: masaje per-competitivo (se aplica momentos previos a la competición) y masaje post-competitivo (se realiza al acabar la competición, se utiliza para acelerar su recuperación).
• Masaje descontracturante: se aplica con fines terapéuticos. Para quitar contracturas, sobrecargas musculares, reducir el dolor…
• Masaje infantil: se aplica a niños entre 0 a 10 años. Suele tener distintas aplicaciones según el caso: niños inquietos, dolencias digestivas, gases, estreñimiento, cólico del lactante…
• Drenaje linfático: se aplica en casos de patología venosa y/o linfática, piernas cansadas, edemas en las piernas, linfedemas, algunos procesos inflamatorios, retención de líquidos, post-quirúrgicos (operaciones en traumatología, artroscopias, abdominoplastias, liposucción, mastectomías…)
• Masaje circulatorio: se utiliza para mejorar los síntomas del cansancio muscular y pesadez de piernas sobre todo, porque a nivel vascular, el Drenaje antes mencionado tiene mejor resultado.
• Masaje facial: se utiliza buscando la relajación de los músculos faciales, muy útil en bruxismo, en afecciones del atm, para stress, insomnio…
• Masaje relajante o antiestrés: Como su nombre indica es puramente relajante, reduce el estrés y aporta una confortable sensación de bienestar